Dos Integrantes De Comunidades Wichís de Salta Están En Coronel Suárez Aprendiendo los Secretos De La Apicultura
Se trata de dos jóvenes, Alejandro Vázquez (21 años) y Pento Cabral (24 años), que pertenecen a dos de las cuatro comunidades Wichís que viven en las cercanías del Río Bermejo, siendo parte de un total de 150 familias que generan una población actual de 1500 personas de estos pueblos originarios.
Viven de las artesanías que producen en madera, hueso y otros elementos, aprovechando el entorno natural en el que viven.
Pero lamentablemente –mientras los productos de muy alta calidad que elaboran, por los que les pagan unos pocos pesos para multiplicarlo al ciento por mil luego en las ventas en la propia Provincia de Salta y en el exterior de nuestro país- esta actividad artesanal que viene desde sus ancestros está siendo amenazada por la tala de árboles, en busca de generar espacios abiertos para la siembra de soja.
Es por ello que surge la necesidad de generar nuevas alternativas de producción.
La idea de que vengan a Coronel Suárez en una especie de intercambio surgió hace alrededor de dos meses atrás, cuando Diego Heit y Silvestre Medina fueron a correr la maratón Wichí, que se hace cada año como una forma de promover actividades saludables y de concientización del cuidado de su salud. Allí conocieron esta comunidad de pueblos originarios, por lo que Silvestre Medina le trasladó a Ricardo Villar (de Coronel Pringles, ampliamente conocido en nuestro medio por sus actividades solidarias) la posibilidad de producir este intercambio de conocimientos.
Es por ello que desde hace alrededor de un mes -permanecerán hasta el 25 de diciembre- estos dos jóvenes de la comunidad Wichi de Salta están en la ciudad aprendiendo, de mano de Silvestre Medina y su padre, los secretos de la apicultura.
La idea es traer a otros dos o tres jóvenes más el año que viene para seguir multiplicando las posibilidades de esta actividad productiva.
Viven de las artesanías que producen en madera, hueso y otros elementos, aprovechando el entorno natural en el que viven.
Pero lamentablemente –mientras los productos de muy alta calidad que elaboran, por los que les pagan unos pocos pesos para multiplicarlo al ciento por mil luego en las ventas en la propia Provincia de Salta y en el exterior de nuestro país- esta actividad artesanal que viene desde sus ancestros está siendo amenazada por la tala de árboles, en busca de generar espacios abiertos para la siembra de soja.
Es por ello que surge la necesidad de generar nuevas alternativas de producción.
La idea de que vengan a Coronel Suárez en una especie de intercambio surgió hace alrededor de dos meses atrás, cuando Diego Heit y Silvestre Medina fueron a correr la maratón Wichí, que se hace cada año como una forma de promover actividades saludables y de concientización del cuidado de su salud. Allí conocieron esta comunidad de pueblos originarios, por lo que Silvestre Medina le trasladó a Ricardo Villar (de Coronel Pringles, ampliamente conocido en nuestro medio por sus actividades solidarias) la posibilidad de producir este intercambio de conocimientos.
Es por ello que desde hace alrededor de un mes -permanecerán hasta el 25 de diciembre- estos dos jóvenes de la comunidad Wichi de Salta están en la ciudad aprendiendo, de mano de Silvestre Medina y su padre, los secretos de la apicultura.
La idea es traer a otros dos o tres jóvenes más el año que viene para seguir multiplicando las posibilidades de esta actividad productiva.
Ayer, Alejandro Vázquez y Pento Cabral compartieron buena parte de la mañana con jóvenes de la secundaria superior de la Unidad Académica Dr. Julio César Lovecchio, en una actividad integradora, que permitió a los jóvenes suarenses conocer la realidad de los pueblos originarios de nuestro país.
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