jueves, 30 de junio de 2011

Corpus Christi. La iglesia celebró la Eucaristía

El domingo de Corpus Christi
Coronel Suárez  celebración eucaristíca.

Después de la Santa Misa en el templo mayor de la ciudad procesión con el santísimo hasta la Capilla del Colegio San José.
Presidio la conmemoración el Cura Párroco Diego Kessler




El domingo de Corpus Christi contó como siempre con la participación de fieles y movimientos de la Parroquia quienes después de compartir la Santa Misa en el templo mayor de la ciudad, acompañaron a los sacerdotes y religiosas del Hogar La Providencia en la procesión que por la Avenida Alsina se desplazo hasta las puertas de la Capilla del Colegio San José, donde concluyo esta fiesta de la iglesia católica destinada a celebrar la eucaristía proclamando la fe en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
En cada celebración eucarística, los sacerdotes coincidieron en que “nuestra mirada se concentra en ella, donde Cristo renueva su entrega de de amor y se ofrece totalmente a nosotros: su cuerpo y sangre, su alma y divinidad. Por esto hoy lo proclamamos como el más santo, el Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo que se ofrece y nos ama”. “de Allí que resuenan mas fuerte que nunca las palabras del evangelio que expresan “Tomen, esto es mi Cuerpo. Esta es mi sangre, la sangre de la Alianza, que se derrama por muchos”.
En las lecturas del Evangelio de San Marcos, se recuerda el momento en que Jesús mismo nos dejó el don de la Eucaristía. La verdadera comida que nos alimenta y nos libera del mal.
Como en cada Misa, también recordamos y revivimos el primer sentimiento expresado por Jesús en el momento de partir el pan; el de dar gracias al Padre. De allí, que la acción de gracias, está en el centro mismo de cada celebración.
Y cuando recibimos el Cuerpo de Jesús, decimos también Amen, de lo profundo del corazón, afirmando con nuestra fe y con nuestra palabra, que efectivamente recibimos al Señor vivo, en medio nuestro.
El Cuerpo y la Sangre de Jesús, que hoy adoramos nos unen en el único Pueblo de Dios. Por medio de la Eucaristía somos uno, y se hace realidad la comunión de un solo pan, de un solo cuerpo, de un solo amor. “Todos nosotros formamos un solo cuerpo, porque participamos de ese único pan”.
A pesar de la fría mañana del domingo, los fieles se sumaron a esta expresión genuina de fe en nuestra ciudad, con un dispositivo de organización a cargo de los scauts y otros movimientos parroquiales junto a los sacerdotes Daniel, Maximiliano, Leandro y el diacono hasta concluir en la portada de la Capilla del Colegio San José, donde se produjo la desconcentración.

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